Hay gases y gases, eso, ¡de toda la vida!

Se dice, se rumorea, se comenta… y que quede claro que no lo dice esta vieja, si no que lo apostillan por ahí; que hay gases y gases, mediciones y mediciones.

Las malas lenguas (ya sabes, esas de otra gente con malicia) comentan que dos barrios costeros permanecen “cerrados” sin razón alguna, o con alguna razón en las que entran conspiraciones diversas.

Desaladoras ruidosas, salmuera por doquier, calles que en fotos oficiales parecen limpias y que en realidad no lo están, gases mortales con mediciones oficiales y mediciones oficiosas vecinales, denuncias que no pueden ser, palomas muertas… Un carajillo de esos que me gusta tomar cuando hace fresco para entrar en calor.

Pues mira, resulta que los vecinos están cansados de que no les digan ni siquiera una cosa que resuelva algo, decidieron empezar a bajar a Puerto Naos y La Bombilla, pero no en plan bruto, sino en plan tranquilos, con medidores de gases cual profesionales, pero sin trajes lunares de esos que se ven por la fotos. Los amenazan con denunciarles, pero están hasta esa parte que me conozco yo ¡y con razón!.

Entran a sus casas, con esos aparatejos que miden gases, pero no de esos raros, si no de los buenos, y resulta que los datos no son malos, son normales, como en otras casas en otras partes del valle; y aquí es donde la cosa se albereja, porque se comenta, y no sin razón, que ventilando las casas, haciendo correr el agua, y llenando esos pozos negros, quizás se puede volver a la normalidad; eso es lo que dicen los vecinos.

La verdad de la buena yo no la tengo, pero es raro que la página oficial del Cabildo ponga unos datos de mediciones que multiplican hasta por 10 los de los diferentes vecinos de abajo, y no las de uno, sino las de todos… Nadie dice nada, ahora quieren limpiar oficialmente, y menos mal, porque un año y pico después, las azoteas siguen con cenizas, y las terrazas y las calles también.

Esta vieja se pregunta si realmente has y tantos gases como dicen oficialmente, o si los vecinos están descubriendo la realidad y algo huele “rarito” con la información que dan (o que no dan)… También me pregunto si cuando abra el hotel, que dicen que será el 1 de noviembre, la playa estará cerrada o abierta; o si la gente podrá bajar a sus casitas cuando se acabe el contrato de las desaladoras (lo cual sería algo sospechoso).

No seré yo la que se meta en dar conclusiones, puesto que desde mi ventana y detrás del visillo me entero de todo sin que me vean, pero hace más de una año que esos barrios están cerrados, familias que siguen en hoteles, muchas personas que dependían de las perritas que les daban sus apartamentos o sus negocios. Un año de desidia y desinformación, porque a nadie le importa lo que pase abajo, o eso es lo que parece, un año de datos técnicos para marear y que los vecinos con coraje están demostrando que no son del todo ciertos.

Entonces, ¿quién **** sabe que es lo que está pasando ahí?

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