Cáritas ha ayudado a 3.300 personas damnificadas por la erupción volcánica de La Palma

Cáritas Diocesana ha dado ayudas a 3.300 personas, de las cuales 720 menores de edad, afectadas por la erupción volcánica de La Palma en 2021 gracias a las aportaciones recibidas en el marco de la campaña de emergencia y solidaridad impulsada por la ONG.

En total, ha realizado más de 3.700 atenciones de las que se han beneficiado 1.300 familias, “muchas” de las cuales son atendidas periódicamente y siguen siendo acompañadas actualmente por Cáritas.

Otras acudieron en los últimos meses por primera vez debido a la “falta de respuestas” de las administraciones públicas o “ante la insuficiencia de las ayudas recibidas”, señala la ONG en un comunicado.

Con las donaciones recibidas (6,9 millones de euros), Cáritas Diocesana de Tenerife ha invertido 3,8 millones, fundamentalmente en ayudas al alquiler, atención básica y obras de reforma y compra de mobiliario a familias damnificadas de la erupción y en situación de vulnerabilidad.

De igual modo, se siguen concediendo ayudas de emergencia, entre ellas, gastos médicos o pagos de suministros, y se habilitaron y acondicionaron seis espacios parroquiales en varios municipios de la isla, realizando reformas de albañilería, pintura, equipamiento o mobiliario.

En estos espacios continúan reubicadas dos familias que estaban en situación de exclusión residencial extrema.

Con dichas familias se lleva a cabo un proceso de intervención social continuado, para la mejora de su bienestar y su inclusión sociolaboral, indica Cáritas en el comunicado. 

También se abrió una línea de apoyo para las familias más vulnerables, con desamparo económico, para la reconstrucción de viviendas en zonas afectadas por el volcán, en aquellos casos en los que las viviendas no están en condiciones de habitabilidad y necesitan ser reformadas.

Además, se continúa apoyando a familias damnificadas en la construcción de viviendas nuevas habituales, tanto en la compra de materiales como en gestiones necesarias para la habitabilidad.

Cáritas Diocesana de Tenerife sigue trabajando, en coordinación con los equipos de trabajo que acompañan a las familias acogidas en los hoteles que se habilitaron.

Desde la entidad también se está dando apoyo a los afectados de las zonas rurales en material laboral, ya que en la mayor parte de los casos han perdido sus herramientas y medios para poder recuperar sus fincas.

Así, se sigue trabajando en materia de empleo, derivando a personas en situación de desempleo o ERTE, para ofrecerles un servicio de orientación y acompañamiento durante el proceso de reinserción laboral.

Desde el inicio de la emergencia volcánica, Cáritas Diocesana de Tenerife ha contado con un equipo técnico contratado expresamente, que ha desarrollado todas estas acciones.

Además, ha contado también con la implicación de voluntariado que, entre otras cuestiones, ha participado en la puesta en marcha de un servicio de acompañamiento y apoyo a personas mayores que se vieron afectadas por la erupción y fueron desplazadas de su entorno habitual, realizando con ellas talleres de ocio y tiempo libre, así como actividades vinculadas a mejorar su autonomía personal y su autoestima.

En estas labores colaboraron también dos religiosas de las Hijas de la Caridad y la Congregación de los Religiosos Camilos, que han formado a un equipo de personas voluntarias para poner en marcha un Centro de Escucha a personas damnificadas de la erupción.

Cáritas Diocesana hace hincapié en que dos años después del inicio de la erupción “estamos en un punto del camino donde el cuidado de la parte psicológica resulta fundamental. Se trata de cuidar a la persona en este ámbito para poder ofrecer una respuesta integral a sus necesidades”. EFE

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