Y es que ya está inaugurada la enésima obra sin sentido de este gobierno insular que nos desgobierna. Nos referimos a la guillotina de la rotonda de La Laguna, esa obra tan necesaria, nótese la ironía, y de la que nadie conoce su presupuesto, pero viendo su tamaño, seguro que barata no ha sido.
Otro despilfarro más de los que nos gobiernan que, sin embargo, se trata de una obra que llega en el momento justo. Al menos han acertado en algo en estos cuatro años. Una guillotina que bien podría estrenarse, simbólicamente, este domingo tras conocer los resultados electorales. El momento de rendir cuentas a los ciudadanos ha llegado y muchos políticos están temerosos de lo que pueda suceder.
Es como cuando un niño sabe que se ha portado mal durante el año, o durante la legislatura, y la noche de reyes, o la noche pre-electoral, no puede dormir porque sabe que a la mañana siguiente lo que se va a encontrar bajo el árbol es un saco de carbón. Pues esa es la sensación que tienen muchos de nuestros gobernantes, la de que se han portado muy mal y van a recibir una reprimenda en las urnas.
A la mente de este humilde “opinador” vienen lindezas como las donaciones no repartidas a tiempo por algunas administraciones, la nefasta gestión de la emergencia volcánica, la ocultación de datos y actas, las mentiras sobre los núcleos de Puerto Naos y La Bombilla, la falsa bajada de combustibles, la enésima construcción del balneario de la Fuente Santa, un plan turístico que jamás llegó, la promesa ayudas a los ganaderos que se tradujeron en migajas, una promoción económica de puro chiste, así como un sin fin de obras prometidas, que quedaron en eso, promesas vacías. Y aún así ahora tienen la cara tan dura de venirnos a prometer que lo que no hicieron en estos cuatro años, lo van a hacer en los cuatro siguientes. ¿Se creen que somos bobos?
Pues bien, ahora llega el momento de poner a cada uno en su sitio. De hacer balance de lo que se ha hecho y de lo que no. De lo prometido y de lo olvidado. De si la isla ha avanzado o ha retrocedido. De si han habido intereses particulares en la toma de decisiones, o no. El domingo nuestros políticos, quieran o no, van a rendirle cuentas al pueblo y si tenemos que estrenar esta flamante guillotina, simbólicamente, se estrenará. ¡El pueblo lo decidirá en las urnas!
-El Alma de Todoque-
