Vecinos de La Laguna, en el espacio comprendido entre el Cruce y la calle Baile Bueno, han comenzado este sábado a retirar personalmente la colada lávica, conocida por nº 8 que, permanecen en píe cercadas por las coladas lavicas de Cumbre Vieja. Una realidad para muchos afectados que no llena titulares de presa ni declaraciones institucionales.
Los trabajos se han iniciado manualmente con picos, marrones, barras de hierro, palas y zamuros y esperan la próxima semana contar con alguna ayuda mecánica. El colectivo de vecinos, que reciben el apoyo de las Asociaciones Vecinales afectadas, manifiesta que no pueden esperar más y que están cansados de “medias tintas” y ante ello han tomado la iniciativa estrictamente personal y bajo su responsabilidad.
Este grupo de viviendas residenciales se las han tenido que ingeniar para malamente acceder a sus casas por la parte trasera, norte, de las mismas haciendo uso de los terrenos de otros propietarios que gentilmente se lo han permitido y es de agradecer.
La realidad es que en ese grupo habitacional se les ha repuesto, por los organismos competentes, el servicio de luz y agua y se han olvidado, o dan largas, de otro fundamental como es el reponer el acceso rodado a las mismas por el mismo camino original y urbanizado. Hostigado por la parálisis institucional, los vecinos lucha por recuperar su dignidad con sus propias manos, sin esperar ayuda institucional alguna.
Estás familias pretenden permanecer en sus casas con una dignidad mínima y que termine la diáspora de la evacuación. Están agotados y muy cansados de promesas, reuniones y más reuniones y repetitivos argumentos de políticos y vecinos afectados que no llegan a nada.
En conclusión, opinan que piedra a piedra de la lava que tapona las puertas de sus casas y con la ayuda de amigos y vecinos van a retirar la colada del frente de sus viviendas, tarden lo que tarden.
Lamentan que vienen observando que las actuaciones que se están llevando a cabo por la administración responden a intereses opacos que se les escapa y mejor no opinar.