Para Tony Acosta, candidato de Coalición Canaria a la alcaldía de Santa Cruz de La Palma, la clave de las próximas elecciones del 28 de mayo está en el deseo y la necesidad de un cambio en la capital de la isla. Y ese cambio pasa por acabar con la alternancia del PP y el PSOE en la alcaldía de los últimos 12 años.
“Si las cosas no funcionan hay que cambiar a quienes gestionan, porque, si no lo hacemos, la gestión será la misma, los vecinos tendrán los mismos problemas y los visitantes seguirán viniendo a una capital muerta y sin liderazgo”.
Acosta confía en ese deseo de cambio y tiene claro que va a estar en la alcaldía en el próximo mandato. También tiene claro cuál va a ser su modelo de gestión. “Hay que atender los problemas del día a día de la gente, pero también hay que sacar adelante los grandes proyectos”, explica. ¿Qué proyectos son esos? “Pues no hay más que revisar el vídeo que sacó hace unas semanas el primer teniente de alcalde hablando de todo lo que no van a hacer, porque dice que la estación de guaguas tiene un problema y no sale, que al Plan General le falta un papel y no sale, que el parking desmontable tiene un problema y no sale, que la casa del césped tiene un problema y no camina, que al Centro de Día le han encontrado un problema y hay que resolverlo, que la adjudicación de las obras de la Urbanización Benahoare tiene un problema y ha quedado desierta y que también ha quedado desierta la adjudicación de las obras en la Avenida Marítima, y suma, suma, suma…”.
“La falta de gestión está provocando que la ciudad se paralice justo en el momento en que la isla necesita que la capital sea el motor que tire de la economía, teniendo en cuenta la situación por la que pasa el Valle de Aridane”, advierte.
Para el candidato de CC, la clave para el progreso de la capital de la isla está en crecer en población, “y eso es un problema puro y duro de vivienda”, para lo que propone fomentar la inversión pública, privada y mixta, y en desbloquear todo lo que está bloqueado, “porque en los últimos 4 años, nadie puede citar ni un solo proyecto en Santa Cruz de La Palma que se haya iniciado y se haya acabado”.
Acosta se mira en el espejo del último alcalde de Coalición Canaria en la capital, Juan Ramón Felipe, que gobernó entre 2007 y 2011, con el que fue, por primera vez, concejal. “Lo primero que hizo el alcalde fue marcar cuatro proyectos prioritarios: el Teatro Circo de Marte, el Pabellón Municipal, los aparcamientos del Muelle y la concesión del agua. Algunos estaban encaminados y otros no y hubo que ponerse y tomar decisiones, pero pasado año y medio, los proyectos o estaban acabados o estaban a punto de terminarse”, recuerda. “En plena crisis, se inyectaron en esos cuatro años en Santa Cruz de La Palma 50 millones de euros, solo con trabajo y gestión”.
“Por tanto -añade-, lo primero que hay que hacer es identificar en qué punto están atascados los grandes proyectos que suponen grandes inversiones y que serán un motor económico para Santa Cruz de La Palma, y gestionar para sacarlos adelante cuanto antes. Y a partir de ahí, empezar a pensar en nuevos proyectos para transformar la ciudad”.
“En el Ayuntamiento de la capital hay un problema de planificación y gestión”, insiste. “Las obras no salen solas, los funcionarios hacen su trabajo, pero lógicamente es el responsable político el que tiene que trazar la línea de hacia dónde tiene que ir ese trabajo, quien marca qué es lo prioritario. Y si no hay recursos económicos, materiales o humanos hay que ponerlo sobre la mesa, porque los problemas hay que resolverlos con gestión, liderazgo y trabajo”.
Y, hablando de recursos, Acosta no oculta su preocupación por la baja ejecución presupuestaria en el apartado de inversiones. “El presupuesto inicial para inversiones en 2022 era de 12 millones y con incorporación de crédito y remanente llegó a 15 millones de euros, pero al finalizar el año la ejecución real fue de solo 2 millones, sobraron 13. Al final, comprometieron varios millones más a fuerza de contratar obras, pero no es dinero ejecutado, sino comprometido en obras como las que cité al principio, que siguen sin salir adelante”.
“En el presupuesto de 2023 hay menos dinero que el año pasado para inversiones, 9 millones, pero ahora tendrán que incorporar esos créditos comprometidos que hay del ejercicio anterior, más el remanente, y nos veremos de nuevo con un montante de 15 o 16 millones como los que no consiguieron ejecutar el año pasado. Y lo peor es que ya estamos en mayo, a 15 días de las elecciones, y no hay ni un solo proyecto ejecutado, ¡ni uno!”.