Sergio Matos acumula una amplia experiencia política como concejal, alcalde de Santa Cruz de La Palma y hasta como senador por un corto espacio de tiempo de apenas 6 meses. Dio un paso a un lado cuando fue imputado por el conocido como ‘Caso Multas’, una denuncia que él califica como ataque personal y que fue finalmente sobreseída en febrero de 2021.
Ahora, tras una intensa experiencia como coordinador de la Oficina de Atención a los Afectados por el volcán, vuelve a dar un paso al frente para formar parte de la lista al Cabildo que encabeza su compañero Borja Perdomo. Se alejó de la política “por principios” y regresa a ella “por responsabilidad”, nos cuenta. “No se debe judicializar la política ni utilizar los juzgados para hacer daño político, y eso fue lo que se hizo conmigo”.
Matos confía en las perspectivas de Perdomo de presidir el Cabildo porque cuenta con el aval del trabajo realizado al frente de la Consejería de Infraestructuras. “Borja ha liderado la colocación de mallas en la carretera de Gallegos, ejecutó la obra de La Grama y ahora está buscando soluciones para la LP-2”, detalla. “Él, por su profesión de ingeniero, disfruta viendo cómo una obra crece y los obreros reconocen que el consejero cuando visita la obra sabe de lo que habla y sabe lo que quiere”. Aunque seguidamente nos aclara que, en estos años como vicepresidente del Cabildo, Perdomo ha ido también ampliando sus conocimientos de otras áreas. “Es un luchador, como buen breñusco, y cuando sea presidente va a defender los intereses de la isla. Él y todos los que formamos su equipo estamos convencidos de que ahora es el momento de La Palma y el próximo mandato habrá que seguir exigiendo que la isla necesita un desarrollo económico diferenciado al resto de Canarias”.
Respecto a la posibilidad de volver a pactar con el PP, Matos prefiere no adelantarse a los acontecimientos. “Borja Perdomo ganará y será presidente y los pactos ya se verán. El PSOE optará por lo que sea mejor para las personas”.
Repasamos también el trabajo realizado en la Oficina de Atención a los Afectados que se abrió a los pocos días de la erupción en la Casa Massieu y reconoce que ha sido su experiencia más dura, “vi mucha desesperación y tristeza”, nos dice. Asumió el reto porque se lo pidió el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, y ha terminadosiendo una de las vivencias más importantes de su vida.
Se queda, después de todo, con la parte positiva, “porque ves que al final el dinero llega, aunque todavía hay que seguir empujando, porque esto no se ha acabado y hay que seguir trabajando”. “Ante una emergencia como la que vivimos, y a pesar de las críticas, se hizo todo lo que estaba en nuestra mano”, asegura con convicción.
Y, con esa misma convicción, valora lo que han hecho en La Palma el Gobierno de España y el Gobierno de Canarias y la experiencia de cogobernanza entre el Cabildo y los tres ayuntamientos afectados. “Las administraciones han respondido y también ha respondido la mayoría de los afectados que, dentro del desespero, son conscientes de que las ayudas han llegado, aunque todavía faltan más por llegar para poder reconstruir la isla y recuperar el sector primario y el turístico y, junto con la ciencia y las energías renovables, aprovechar esta oportunidad de caminar hacia el futuro sabiendo que estamos en un punto y aparte de la historia de la isla”.
No se moja cuando le preguntamos sus impresiones sobre las denuncias que han llegado recientemente ante la Fiscalía que apuntan, por un lado, al Cabildo por la concesión de casi un millón de euros de ayuda a los propietarios del Pozo el Roque, entre los que estaba el padre del presidente Mariano Zapata, y por otro lado al Ayuntamiento de Los Llanos por, presuntamente, favorecer de manera irregular la contratación de determinadas empresas. “Solo puedo decir que yo estuve imputado y, en mi caso, fueron a por mí y no a por el Ayuntamiento porque era un ataque personal. Espero que las denuncias queden en nada, pero, si llega el caso, es la justicia la que debe opinar”.