Más residencias y gestión, y menos bailes

Ahora que el escaparate mediático que suponía la pandemia y su (des)gestión ha casi desaparecido, hay quien busca cualquier escusa para volver a ponerse delante de los focos y ser la reina del baile. Ese baile en el que quiere ser la protagonista, olvidándose de que es médica (que no doctora) y prevaleciendo seguir estando en la palestra para colocarse, otra vez más, en un puestito de salida para las listas que ya se están elaborando.

Me refiero, si no lo habían adivinado aún, a Mercedes Coello. Su No-Do diario emitido en sus redes sociales ya no tiene movimiento. Debe estar sintiéndose ahora mismo como alguien que está cayendo en el olvido. Debe ser por eso que ha decidido volver al temita recurrente de los mayores que siguen alojados en el Hospital a pesar de tener su alta médica. 

Solo tienen que googlear la información para darse cuenta que es una temática que cada cierto tiempo sale a la luz. Una situación, no por ello poco preocupante, pero que le ha servido a esta política-médica para volver a tener los focos otra vez dirigidos a ella. Una radio y la tele que pagamos todos le ha dado su par de minutos de gloria. A partir de ahí, otra vez en las portadas una realidad de la que no son responsables las familias. Bueno, alguna sí. Luego les cuento. 

Y es que esas familias, en su gran mayoría, no han abandonado a nadie. Simplemente no pueden hacerse cargo de la situación de un sistema fracasado, como es el de la dependencia, y que en la isla de La Palma les ahoga ante la vergonzante falta de recursos residenciales y de atención especializada.  

Menos mal que en los últimos años los municipios han intentado liderar esta situación, creando centros de día y, sobre todo, residenciales, pero quien realmente tiene las competencias, que es el Cabildo insular, se limpia las manos simplemente financiando los que ya existen y poco a poco desmontando la única instalación que tienen bajo su gestión directa. 

Fíjense como son las cosas, que la Residencia de Pensionistas, a la que ahora llaman Centro Residencial de La Dehesa, tiene dos plantas cerradas porque no tienen las condiciones necesarias para alojar a los mayores. Y encima en las últimas lluvias se les va la luz y no funciona el generador de emergencia. Lo dicho. No pueden hacerlo peor. 

Tampoco han posibilitado la entrada de emprendedores en un negocio que prosperaría en la Isla como consecuencia de nuestro envejecimiento poblacional.  Estoy seguro que no se han planteado abrir posibilidades para la implantación de alguna residencia privada o concertada. 

Y que no se me olvide. ¿Recuerdan la Residencia de Mayores de Los Llanos? Sí, esa que han vendido a bombo y platillo tanto el presidente insular como su jefa (la alcaldesa de Los Llanos). Año y medio que se presentó el proyecto y hasta el momento la única piedra que se ha movido es para instalar un Punto Limpio.

Para terminar, lo prometido es deuda. Les decía que la gran mayoría de familias no pueden soportar ni económica ni físicamente los cuidados de esos familiares que siguen en las instalaciones hospitalarias. Sin embargo, siempre hay algún cara dura que a pesar de contar con posibilidades económicas han dejado a su padre, marido y hermano abandonado. Seguro que uno de sus familiares directos, que practica la política remunerada en esta Isla, le conseguirá pronto un huequito en un centro. 

 

Cabrón Ilustrado

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