
José Pais es uno de los propietarios de las fincas que serán expropiadas por el Gobierno de Canarias si el borrador de decreto de la nueva ordenación del Valle de Aridane sale adelante tal y como se ha dado a conocer en su última publicación. Su propiedad será reconvertida en parcelas urbanas con las que se compensará a los afectados por el volcán que perdieron su vivienda habitual.
En una entrevista con Palmerus, Pais ha explicado desde su finca ocupada a medias por las coladas, que su terreno de “casi 20.000 metros cuadrados comprado con sacrificio y dos hipotecas” le será expropiado con el precio que marca la Ley de Expropiación Forzosa, es decir, 0.60 euros el metro cuadrado.
José Pais calcula que por el total de su parcela, al precio que marca la ley, la administración le pagará alrededor de 11.200 euros, cuando recuerda que sólo la instalación del regadío le costó más de 35.000 euros.
José Pais ha relatado como en la noche del 18 al 19 de octubre de 2021, con el volcán en erupción y sin señales de que fuera a remitir pronto, la colada de lava alcanzó su finca, sin llegar a ocuparla del todo y alcanzando poca altura, no más de tres metros en su punto de mayor grosor. Pese a ello, desde las administraciones se le ha negado la posibilidad de retirar parte de la colada de su propiedad para ponerla a producir de nuevo, como ya ha hecho en la tierra que no fue sepultada.
“Un día apareció una marca naranja en esta zona” comenta el entrevistado, que continúa su relato. “Cuando pregunté qué era lo que significaba, me dijeron que eso era zona urbana, y pensé, ¡qué alegría! me van a reclasificar mi terreno de rústico a urbano… Pero triste realidad, esto no va a ser así”, aclara José Pais.
Según Pais, el plan de la Consejería de Planificación Territorial del Gobierno de Canarias es expropiar siguiendo la ley de expropiación, es decir, pagando a sesenta céntimos las parcelas ocupadas por la lava para luego, reclasificar a urbano y hacer parcelas de 500 metros cuadrados que repartirá a las personas afectadas que han perdido su vivienda.
“Le están quitando a una persona que lo ha perdido todo para dárselo a otros que también lo perdieron”, sentencia el afectado.
Sin embargo, Pais asegura que le “parece bien” que se busquen bolsas de suelo para reparar a las personas que han perdido su vivienda, pero propone utilizar “otros terrenos rústicos que no se han aprovechado en la vida en vez de quitarle lo que le queda a un afectado más”.
Pais tampoco está de acuerdo con el proyecto de reparcelación de la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias, ya que, en su caso pasará de poseer una finca única de casi 4 fanegas, en parte ocupadas por la colada, a tener varias fincas ubicadas en distintas zonas delimitadas por el ejecutivo regional.
“Ahora me darían dos fanegas y pico para la costa y una y poco aquí arriba”, comenta molesto, ya que según asegura, “uno de los fundamentos de la reparcelación es que si tienes varias fincas separadas, te las ponen todas juntas para ser más eficientes y que Europa nos de financiación, pero entonces ¿por qué en mi caso van a estar aún más esparcidas?
Y lo más preocupante para Jose es, sin duda, los tiempos de ejecución. La finca que Pais se había planteado como su seguro de jubilación, ahora será expropiada a pérdidas para devolvérsela como parte de una nueva finca sin saber cuándo estará lista.
“No me dictes sentencia de muerte, déjame que mi futuro me lo organice yo”, reclama José Pais.