A los socialistas palmeros se les está derritiendo el polo. Da igual que sea de Tazacorte o de San Telmo (aunque ahora los hacen en Tenerife). Lo cierto es que el calor político que irradia de la gestión donde gobiernan está haciendo que cada día sean más las chorreras que ya les llegan a las mangas de las camisas. Manchadas, pero que muy manchadas les están quedando con estos calores, y más que están por llegar.
Esta foto de familia, la verdad que muy poco acertada en los tiempos que corren, y que a pesar de ellos se han dedicado a compartir muchos de los protagonistas de la instantánea, seguramente porque no son conscientes de la realidad de la Isla, permite ver como los apóstoles intentan situarse al lado del profeta.
De los renegados no hay ni rastro en la fotografía. Sólo un Borja Perdomo que intentó navegar entre dos aguas intenta aproximarse, eso sí, sin llegar a que le dejen un sitio para sentarse. A la diestra del padre si está el delfín. El que algunos quieren proponer para ser candidato al Cabildo en las próximas elecciones. El mismo tiene ese deseo. Pero lo cierto es que ni en esa foto tiene todos los apoyos para hacerlo.
El mas listo ha sido Borja. Ya va dos pasos por delante anunciando su intención de concurrir al proceso interno para ser el candidato. Además, con el aval de ser el único consejero del Cabildo que aprueba en su gestión de la emergencia volcánica.
Mientras tanto, el discípulo del Área de Salud cree que tiene que ser él el hombre. Pero para Kilian le tiene preparado otro destino: la candidatura a Santa Cruz de La Palma.
Y es que Juanjo Neris, el alcalde de rebote de la capital, no quiere saber nada a partir de mayo. Parece que prefiere seguir con sus paseos por Garafía, donde tiene otros asuntos.
Otro meloncito para los socialistas, que consideran que Kilian debe concurrir a esa plaza, pero que el mismo considera que es poca cosa para sus aspiraciones.
La foto da para muchos más análisis. Pero que se pueden resumir en que los profesionales de la política palmera ya empiezan a sacar codos para intentar garantizarse el sueldito cuatro años más. Para conseguirlo se pacta con quién haga falta.
Esa historia se las contaré otro día.
Cabrón Ilustrado
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