Se dice, se rumorea, se comenta… y que quede claro que no lo dice esta vieja, si no que lo apostillan por ahí; que a desde hace ya unas semanas están habiendo pases de modelos en todos los pueblos.
Las malas lenguas (ya sabes, esas de otra gente con malicia) comentan que como vienen elecciones, está habiendo un desfile de candidatos algunos con más acierto que otros, por todas las asociaciones de mayores, bailes y esquinas por las que nunca nadie pasaba.
Yo ya le dije a Carmencita, ya sabes, mi amiga la de Amagar, que este año tenemos que preparar las galas buenas, buenas; que hasta para ir a la Recova hay que ir compuesta, porque una nunca sabe cuándo se va a encontrar a una de estas “personalidades” que ponen sus caras en cartelitos. Y digo yo, que una tiene que estar de buen ver para ese momento tan ilustre.
Yo la noté media malpuesta con lo que le dije, porque dice que durante los años ni se les ve comiendo un bocadillo, y cuando llegan las fechas de las elecciones, hasta pelotas de gofio comen. Y yo ahí no le quito la razón, pero por si acaso, yo voy a salir compuesta siempre a la calle, no sea que me saquen en una foto (que ahora no hacen más que sacarse fotos) y luego la pongan el periódico y esta vieja no salga favorecida (que vieja sí, pero presumida también). ¡Aunque que quede claro que yo no soy de nadie!
La verdad es que estoy esperanzada, ya que seguro que para convencerme para el voto este año ponen una orquesta de las buenas buena en las fiestas de mi barrio, quizás hasta duran más de dos días, y también dj de esos para las juventudes de ahora que no sé muy bien si bailan, o brincan.
Otra cosa que hablaba yo con mi amiga y con Rosita la de El Puerto, es que hay veces que la cosa se pone fea, que cuando se acercan las fechas te empiezan a hacer la rosca y a intentar endulzar la oreja (como si una no fuese ya lo vieja y sabia suficiente). Pues seguro que tú también escuchaste alguna vez que te ponen una guagua para ir a votar, o que te acompañan al sitio de las urnas, o esas cosas que mis hijos ya me tienen advertida que no está bien.
Sea como sea, yo lo que quiero es que no sean discretos y no engañen, porque detrás del visillo de mi ventana, yo escucho muchas cosas (porque no saben que estoy ahí claro). Por ejemplo, pues no escuché el otro día, que la que se presenta otra vez a Alcaldesa (que mira que ha estado meses que ni me mira por la calle, y ahora parece que se acordó que la conozco desde chica) no quería presentarse, pero medio la obligaron… A mi me huele eso a lo que hizo Ramoncito en su momento, así que no sé si será por vieja, pero a mí me da que si no queda, se va enseguida, y si queda, en unos meses también…
Yo la verdad no lo sé, pero con esa historia trinqué a los que estaban alegando al lado de mi ventana el otro día, unos entendido de la política esta de ahora. Extraño la época de antes, en la que el Alcalde se preocupaba porque las cosas estuvieran bien, te preguntaba por tus hijos, no tenías que llamarlo si se rompía algo en la calle porque ya estaban allí para arreglarlo,… La hija de Carmencita me dice que estoy desfasada, que eso no es así, que tengo que estar en el Fachouk ese y el Istregam para saber lo que hacen, que allí lo ponen. ¡Dónde vamos a parar!
Pero bueno, no seré yo la que se meta a dar conclusiones, puesto que desde mi ventana y detrás del visillo me entero de todo sin que me vean, pero si esto que escuché es verdad, lo acabaremos viendo, porque al final las mentiritas tiene las patitas cortas.
Sea como sea, ahora toca salir compuesta a la calle y ver que te prometen todos los “modelos” nuevos que están paseando; aunque no te voy a negar, que si en vez de pelearse, hablaran más con la gente “formada” e “informada” como yo (desde la humildad siempre), quizás las cosas irían mejor.
