VOLCÁN

CRÓNICA DE UNA TRAICIÓN

Esta es la historia de cómo un pueblo, el palmero, fue ninguneado por los que, en teoría, como marcan nuestras leyes de protección civil, debían de haber protegido a la población y a su patrimonio. Esta es una triste historia, que se podría haber evitado, tan solo con cumplir nuestro ordenamiento jurídico, por parte de las administraciones encargadas de velar por nuestra integridad física, jurídica y económica. Esta es la historia de un escándalo, que ha destrozado la vida de miles de palmeras y palmeros.

    Es conocido por todos, como a partir del 2017, se empezaron a detectar los primeros síntomas pre eruptivos, en palabras de la Dra. Carmen López, directora del Observatorio Geofísico Nacional, sin que ninguna oficina técnica de ayuntamientos o Cabildo advirtiera a la población, concediendo licencias de obra y cédulas de habitabilidad, hasta en el mismo año 2021, haciendo una clara dejación de funciones, al no informar de un riesgo, más que evidente, en un territorio que tenía los meses contados, probando suficientemente que no había protocolos de información ciudadana.  Ahora, también sabemos, que hasta la fecha de la erupción se produjeron incontables eventos geológicos, cada vez a menos profundidad, y con un aumento de los parámetros, precursores de la erupción, que avisaban a los científicos de la proximidad de la misma, sin que las administraciones nacionales, regionales e isleñas alertaran a la población en riesgo, para que pudieran asegurar y proteger sus vidas y su patrimonio. Como veremos a continuación, si no hubo muertos o heridos, fue solo una cuestión de suerte, pese a que sufrimos una pérdida patrimonial, que se podría haber evitado, solo con proporcionar  un derecho fundamental en cualquier democracia moderna, como es el de la información.

    Algunos de los afectados, hemos tenido que ponernos a estudiar derecho y geología, para poder entender, porque se nos destrozó la vida aquel fatídico 19 de septiembre de 2021. “Lo sabían, lo sabían y no nos lo dijeron”. Es mucha la documentación que hemos recabado en este año y medio, que lo demuestra, y también son numerosas las leyes de protección civil que fueron violadas sistemáticamente por nuestros administradores, algo que ya está en manos de distintos despachos de abogados, que nos representan, para resarcirnos de lo que nos corresponde en derecho. En este bucear por la hemeroteca, hemos encontrado dos documentos que ponen de manifiesto, la falta de información real a la población, proporcionándonos información sesgada, para tranquilizar a una población que debía haber sido alertada, conforme a nuestro ordenamiento jurídico.

    Según el equipo URGE (Unidad de Respuesta Geológica de Emergencia), del Instituto Geológico y Minero de España, IGME-CSIC, en el número 15, de otoño de 2021, de la revista digital Consorseguros, el día 11 de septiembre, fueron alertado por la dirección del IGME-CSIC, ante el aumento descontrolado de la sismicidad y descenso de la profundidad de la misma, para llevar a cabo un seguimiento del proceso y poder anticiparse a una, más que segura, erupción volcánica en Cumbre  Vieja. Ese mismo día, ya sabían que se enfrentaban a “un fenómeno de tipo estromboliano, con emisión del campo de lavas que podría sobrepasar las 700 ha, y con una duración máxima de 84 días”. Lamentablemente, se equivocaron por muy poco. ¡Cómo hubiera cambiado la situación para los afectados, si hubieran dispuesto de esta información! Pocos días después, y ante la rápida somerización de los terremotos, el IGM se incorpora al Comité Científico del PEVOLCA, activando por completo a la URGE.

    El día 15 de septiembre de 2021, después de realizar las tareas de reconocimiento en las zonas afectadas y de estudiar los parámetros geofísicos,  el coordinador de la URGE se pone en contacto con la Unidad Militar de Emergencias, en concreto con la división de inteligencia, para trasladar toda la información sobre una INMINENTE erupción en la zona concreta, donde días después se produjo. Ese mismo día, se alerta a las autoridades, para que activen todos los planes de protección civil, en los que se incluye proporcionar información veraz y actualizada a la población,  con el fin de proteger vidas y propiedades, algo que fue desoído por el Gobierno de Canarias y por nuestro Cabildo.

     El día 17 de septiembre, el equipo URGE, emplaza el magma ente 11 y 13 Km. de profundidad, constatando el comienzo de la fractura en la corteza terrestre desde abajo, debido al alto contenido en gases, responsable del ascenso magmático hacia la superficie y causante final de la erupción. La INMINENCIA de la erupción era más que evidente.

    El día 18 de septiembre se registra el mayor terremoto hasta el momento, de magnitud 3,8 y a una profundidad inferior a 2 Km. En ese momento la URGE avisa a las autoridades, al Comité Científico y de Dirección del PEVOLCA y a la UME, indicando que la erupción se produciría en las siguientes 24 horas. NO SE EQUIVOCARON.

    Mientras tanto, las palmeras y los palmeros, seguíamos ajenos a todo esto, confiando, una vez más, en los mensajes de tranquilidad que nos trasladaban las autoridades, desde los medios de comunicación y en las reuniones vecinales que se celebraron en esas fechas, negando la mayor, mientras alertaban a su familia y amigos de lo que estaba a punto de suceder, confirmando que en esos momentos cruciales, en los que podríamos haber asegurado nuestras vidas y nuestro patrimonio, hubo ciudadanos de primera, con información real, y de segunda, con una venda que intentaban ponernos en los ojos. Esta fue la realidad de más de 7.000 personas.

    Por poner algunos ejemplos de la información que nos llegó en esos días, merece la pena resaltar la reunión que convocó el Cabildo de La Palma, el mismo día 18 de septiembre a las 18 h., para los vecinos de Las Manchas de Abajo, San Nicolás y Jedey, y a las 19,30 h., para los vecinos de La Bombilla, El Remo y Puerto Naos, en el Terrero de Lucha Canaria Federico Simón. Ese día el Sr. Morcuende, jefe de servicio de la Unidad de Emergencias de La Palma, nos tranquilizaba, diciéndonos que habían decidido mantener el semáforo en amarillo, en donde nocabe la evacuación de la población en riesgo. Algunas personas preguntaron que tenía que pasar más, ya que habíamos sentido bajo nuestros pies el terremoto de 3,8 grados, para que se pasara a semáforo naranja, en donde es obligada la evacuación. El Sr. Stavros Meletlidis, del Instituto Geográfico Nacional, respondía diciendo que para pasar a semáforo naranja se necesitaba llegar al momento en el que se confirmaba una probabilidad muy alta de erupción, sin riesgo para la población. Con los datos que los afectados tenemos ahora, con esos datos que nos ocultaron, la Dirección del PEVOLCA, con elGobierno de Canarias y el Cabildo de La Palma al frente, tenía que haber pasado a semáforo rojo. Sabían que estaban a menos de 24 h. de la erupción. Que unas pocas horas después no hubiera muertos, fue solo una cuestión de azar.

    También ese mismo día 18 de septiembre, a las 17,25 h. el presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Hernández Zapata, declaraba para la agencia EFE, que nohabía evidencias de que se fuera a producir una erupción volcánica en la isla de forma inminente, a pesar del pedazo de terremoto que todos habíamos sentido a escasos 2 Km. de nuestros pies, manteniendo el semáforo amarillo ante la falta de evidencia de que se pudiera producir dicha erupción, mientras que por otro lado, llamaba a sus amigos, como se puede comprobar en uno de los programas de televisión canaria, diciéndole: “Mira, vete para tu casa, está a punto de estallar el volcán, avisa a tu familia…”. Los demás, no tuvimos ese privilegio, que en realidad es un DEREC HO.

    El día 19 de septiembre a las 11,42 h. el Director Técnico de Guardia del PEVOLCA, Jorge Parra López, recomendaba encarecidamente, la intensificación de medidas y la evacuación de la población en riesgo. Tenían hasta las coordenadas de donde se iba a producir la erupción y una simulación del recorrido de las lavas. Tres horas y media después, nos estallaba el volcán en nuestra cara, sin que nadie hubiera hecho nada por salvaguardar nuestras vidas y nuestro patrimonio.

    Esta es la crónica de una traición a los habitantes del valle de Aridane. Esos habitantes que tuvieron que salir corriendo de sus casas, con una erupción en marcha, a pocos cientos de metros, para salvar sus vidas, dejando atrás todo lo que poseían y sobre todo, sus recuerdos, en muchos casos, de varias generaciones.

Adjuntamos actualización de la declaración de la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias del día 19 de septiembre de 2021 a las 11,42 h. y articulo del número 15 de la revista digital Consorseguros, de otoño de 2021.

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