Parece ser que va a ser verdad que nuestros políticos van a tirar la casa por la ventana con tal de asegurarse su sillón cuatro años más
Y esto es solo la punta del iceberg. El iceberg de gasto desmesurado que va a suponer esta edición electoralista del Isla Bonita Love Festival 2023, que junto a la Transvulcania, serán los eventos a usar para intentar arañar un puñado de votos en lo que queda de aquí hasta el 28 de mayo.
¿Les parece mucho? ¿Poco? Pues esto es solo lo que los palmeros hemos pagado para que vengan los artistas Quevedo (230.050,00€) y Juan Luis Guerra (465.450,00€), por cierto ya confirmado y no anunciado aún por la Organización. La formalización del contrato de ambos artistas puede consultarse en el perfil de contratación de la empresa pública Sodepal, en este enlace: https://contrataciondelestado.es/wps/poc?uri=deeplink%3AperfilContratante&idBp=nHPp7muUn0wSugstABGr5A%3D%3D
Casi 700 mil euros en solo dos artistas para un evento que servirá de último cartucho para Raquel Díaz (que va al Parlamento) y Mariano Zapata (que, sorprendentemente, repite al Cabildo) para maquillar su nefasta gestión como políticos en sus respectivas áreas. ¿Y cómo esperan maquillar lo mal que lo han hecho en estos cuatro años? Pues con pan y circo. O lo que es lo mismo, tratando de entretener al populacho con un evento que por primera vez va a superar los 2 millones de euros de presupuesto de gasto. Ojito que de aquí a mayo anunciarán más artistas, y no precisamente de los baratos. Sigamos sumando.
Ahora analizemos la coyuntura en la que se encuentra este despilfarro pre-electoral. Seguimos con afectados por la erupción que aún están esperando un techo, la subvención prometida, aún la isla no tiene un plan ni económico, ni mucho menos turístico, para conseguir volver a la senda de una isla atractiva para turistas, inversores y talento que quiera venir aquí a asentarse. Seguimos sin Ley de Volcanes y con un decreto de parcelación hecho a la prisa y corriendo para callar bocas que lo que ha conseguido es que se avive mucho más el problema. ¿Es necesario dilapidar tanto dinero para intentar aferrarse el sillón?
Entiendo perfectamente que a Raquel Díaz y a Mariano Zapata se les “suba la bilirrubina” al pensar en estar cuatro año más haciendo que trabajan, pero se creen que “el Niágara en bicicleta” lo van a cruzar ahora al final en dos meses.
-El Alma de Todoque-